A principios de la década de los ’10, en alguna ocasión en las que coincidíamos en Madrid, Miguel Angel me comentó que estaba pensando en montar un Zarata en Madrid. A Mikel ya le conocía hacía tiempo tanto por su obra musical como por el tipo de conciertos y situaciones que montaba, incluso colaborando en alguno de los míos. Yo atravesaba una etapa difícil con Tronicdisease, costaba movilizar el público para conciertos experimentales poco conocidos y pensé que un festival sería una manera de hacerlo más eficaz en los tiempos que vivimos y, además, se trataba del Zarata, nada menos. No lo dudé, y enseguida le ofrecí montarlo con recursos de Tronicdisease e intentar que funcionara. Desde entonces pudimos montar Zarata Madrid cuatro veces, las dos primeras por nuestra cuenta y las dos últimas con ayuda de subvenciones del Ayto. de Madrid de entonces. Mikel diseñaba el evento contando con artistas que elegíamos entre ambos buscando siempre el acuerdo. Al principio, yo un poco a ciegas de por dónde iban sus tiros pero pronto empecé a captar la intención y profundidad de su planteamiento, siempre buscando la idiosincrasia de la reunión de artistas y público que convirtiera aquello en un pedazo de vida digno de vivir y recordar, creando y manteniendo redes de personas capaces de compartir una situación de este tipo (ruidismo, performance, sabediós) con placer. Su énfasis en un enfoque pre-lingüistico de lo que debía pasar en un Zarata Fest me parece un gran acierto y un reflejo del tipo de sensibilidad y persona que era Miguel Angel, abierto a muy diversos tipos de música/performance/arte siempre y cuando pudiera con ellos componer una velada con auténtico espíritu Zarata. Esto último me reconoció en alguna ocasión que llegó a pasar en Madrid, lo cual me llena de orgullo.

Se nos ha ido una de las pocas personas con la inteligencia, la generosidad y la capacidad para crear cosas buenas y bellas para sí y para otros. Su hueco se hará notar más aún con el tiempo y cuando vayamos notando las cosas que dejarán de pasar en la escena por que el ya no está. Todos los que hemos formado parte de Tronicdisease le recordamos con afecto y admiración.